Esta ha sido una mala semana para pasear por las lluvias y el frío pero, en consecuencia, hoy fue una buena tarde para ir al cine y pescar una linda película. Mal día para pescar, opera prima de Álvaro Brechner, es una particular interpretación del cuento de Onetti Jacob y el otro y un divertido retrato del carácter uruguayo.
Orsini y Jacob Van Oppen no son dos pescadores que esperan a lo "Los lunes al sol" que le pique algo, como yo esperaba; sino un luchador venido a menos y su manager que viajan por los pueblos del interior del Uruguay retando a los forzudos del lugar. Es en Santa María, la decadente ciudad nacida en la mente de Onetti, donde las aritmañas de estos dos buscavidas se complican.
Me parece un divertido retrato porque en el bar beben Grapamiel y juegan a las cartas mientras se quejan de que está "todo maaaal"; porque el mate se ceba con el viejo termo de metal mientras miran con nostalgia como el tiempo pasa lenta, muy lentamente; y por la cómica hospitalidad del recepcionista del hotel donde se alojan los protagonistas.
En este Año Onetti, un original homenaje al gran narrador para los alérgicos a las efemérides.
No hay comentarios:
Publicar un comentario