martes, 7 de julio de 2009

Montevideo, ciudad gris _______________________

La primera vez que pisé la plaza Cagancha (donde está la redacción) y pasee por la Avenida 18 de Julio tuve la impresión de estar en la Gran Vía madrileña o en alguna capital europea. Pensé que se debía a las anchas calles, pero una tarde Carlos (periodista de El País Cultural) me dio una razón mejor.

Recuerda a Europa porque es lo que pretendía ser, una ciudad europea y gris. Para ello, en 1911 y 1913, las ordenanzas municipales dictaron que para las fachadas de los edificios había que usar pintura que imite materiales de construcción, como arenisca o piedras.

Pedro Figari, pintor uruguayo, se burlaba de esta moda: La moda exige que hasta las puertas, ventanas y celosías se pinten de gris. Nuestras ciudades quieren ser Parises... A Montevideo, ciudad luminosa, la embadurnan, la trituran, la castran...


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